Nota de cata:
Es el whisky de malta de mayor graduación disponible en el mercado a pesar de su notoria suavidad. Es tal como se bebía en el siglo XIX, directamente de la barrica y con la graduación adquirida durante su envejecimiento. De esta forma Glenfarclas le lega tan natural y perfecto como el día en que abandonó su casa en las Highlands, con su sabor prisionero y suspendido en el tiempo hasta el crucial momento de la verdad, cuando la botella es descorchada y el sol de otoño le concede la libertad.
De color oro viejo y bronce. En nariz es potente, ligeramente amielada, uvas pasas, robusto. En boca muy suave, con algunas notas de miel y un final largo y redondeado, con el calor del grado alcohólico.
Un malta muy especial con corpulencia y firmeza, a pesar de ser relativamente joven. |